diciembre 28, 2023
El pasado 27 de diciembre marcó un capítulo histórico para los habitantes de la remota comunidad Vargas Torres, en el cantón Tosagua, al noroeste de Manabí. El acceso a este paraje, por un camino que en verano es un sendero polvoriento hoy, preludio del invierno, se humedece con las primeras lluvias, se vio invadido por una caravana de vehículos todo terreno que se dirigieron hacia la cancha de usos múltiples del recinto.
Con medidas de seguridad extrema, los habitantes de Vargas Torres, recibieron la visita de la esposa de un presidente de la República Daniel Noboa Lavinia Valbonesi. Su presencia tenía un propósito claro: testimoniar el trabajo en territorio de las clínicas móviles de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (Uleam).
Los vehículos, acondicionados con tres sillones destinados a la atención de la salud bucal de niños y adolescentes, se instalaron estratégicamente en forma de una L en la explanada de Vargas Torres. Bajo la supervisión de docentes y personal de la dirección de vinculación y emprendimiento de la Uleam, estudiantes de odontología recibieron a los pacientes, transformando la cancha en un centro de salud temporal.
Fue en este contexto que la primera dama ingresó a cada uno de los consultorios móviles, manifestando su sorpresa al observar el meticuloso trabajo llevado a cabo por los estudiantes. Su mirada se posaba con ternura en los infantes recostados, mientras los futuros odontólogos realizaban limpiezas, curaciones y otras intervenciones, llevando la atención médica a lugares donde la distancia solía ser una barrera insalvable.
Los padres de los niños, agradecidos, compartieron sus testimonios. Carlos Calle Salazar, residente a escasos 15 minutos del epicentro de la jornada, expresó su impresión: «Esto es impresionante. La esposa del presidente y los doctores de la Uleam llegaron. Antes llevábamos a los niños a La Estancilla para lograr atención médica y dental; hoy están aquí, muchas gracias».
En medio de la jornada, las damas de la comunidad, Inés Loor, Mayra Vergara y Ramona Zambrano, observaban con alegría cómo los niños eran atendidos. «No saben el bien que nos hacen. Es un día histórico», reseñaron, reconociendo el impacto positivo que estas clínicas móviles dejaron en la vida de Vargas Torres.