UNIVERSIDAD LAICA ELOY ALFARO DE MANABÍ

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ESTUDIANTES DE LA ULEAM REPRESENTAN A MANABÍ EN CRUCERO OCEANOGRÁFICO DEL INOCAR

octubre 14, 2024

Por: María Alcívar Macías, Mgtr.

Cesar Bailón Espinal y María José Errazuriz Carrillo, estudiantes del octavo semestre de la carrera de Biología de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, han vivido una experiencia única  que los llevo más allá de las aulas, ambos fueron seleccionados entre siete estudiantes de su carrera para participar en el prestigioso crucero oceanográfico del Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (INOCAR), experiencia que no solo les permitió  crecer como profesionales, sino también  descubrir  nuevas perspectivas  sobre el océano y la investigación científica.

La convocatoria, un paso hacia el mar.

Todo comenzó cuando su tutor de titulación Blg. Javier Quijije López, les informó sobre la convocatoria del INOCAR. Cada año este instituto selecciona estudiantes de distintas universidades del país para formar parte del crucero, cuyo objetivo es estudiar los parámetros físicos, químicos y biológicos de las aguas marinas ecuatorianas. César y María postularon con entusiasmo, conscientes de que su experiencia en la investigación de organismos planctónicos les daba ventaja. “Nuestros trabajos de titulación es una investigación que tiene que ver con la importancia del fitoplancton y el zooplancton, organismos microscópicos esenciales para la vida marina y ese conocimiento fue clave en nuestra selección”, nos cuenta María.

Travesía en el BAE Orión.

El 1 de septiembre, César y María se embarcaron en el buque científico BAE Orión, perteneciente a la Armada Nacional, desde el muelle de Salinas. Lo que siguió fue un mes de navegación por las aguas ecuatorianas, incluida una vuelta completa alrededor de las Islas Galápagos. Durante la travesía, los jóvenes colaboraron en el departamento de Biología, participando en arrastres de fitoplancton y zooplancton superficiales y verticales, así como análisis de la presencia de clorofila a diferentes profundidades, (0 a 100 m), conteos celulares de las mismas profundidades mencionadas. “Era impresionante poder realizar recolecciones a 100 metros de profundidad y luego analizar los organismos en los laboratorios del buque “comenta César

Este trabajo no solo les permitió poner en práctica lo que han aprendido en la universidad, sino que también les abrió las puertas a nuevas conexiones y aprendizajes; al interactuar con otros departamentos como Química y Física, Meteorológica e hidrografía. “Tuvimos la oportunidad de trabajar con distintos profesionales, investigadores peruanos, meteorólogos ecuatorianos y otros científicos de renombre, lo que nos permitió ver el alcance de la investigación internacional”, añade María.

César y María coinciden en que la experiencia fue transformadora en muchos sentidos, más allá de la investigación científica, ambos destacan el crecimiento personal que experimentaron,” Conocer a gente de distintas instituciones y diferentes enfoques te hace ver la ciencia de otra manera, te ayuda a moldear tu personalidad, a ser más resiliente y adaptable, explica César. Por su parte, María destaca la importancia de la investigación científica no solo como herramienta de conocimiento, sino también como una ventana al mundo. “Nos dimos cuenta de que con un buen proyecto y un equipo comprometido, podemos llegar a cualquier parte. La investigación es una llave que abre muchas puertas”.

A pesar de los desafíos, su participación en este crucero ha dejado huellas positivas, los investigadores del INOCAR quedaron a gusto con su trabajo, tanto así que les invitaron a regresar y colaborar en futuros proyectos. Además, recibieron una donación de una guía de identificación de organismos, herramienta invaluable para la universidad, ya que no se contaba con esta herramienta.

Futuro prometedor

Para Cesar y María, este es solo el comienzo. Ambos están convencidos de que la investigación es el camino que desean seguir. “Queremos expandir nuestros conocimientos, no solo en fitoplancton y zooplancton, sino también en otros campos como la biología de hongos o la bioquímica. La biología es inmensa, y hay tanto por descubrir, comentan con entusiasmo

Finalmente, ambos hacen un llamado a sus compañeros de la Uleam, para que se animen a participar en convocatorias como esta. “No tengan miedo de postular, aunque estén en los primeros semestres. La experiencia en investigación se va adquiriendo con el tiempo, y esta es una oportunidad única que no deben dejar pasar” concluyen.

La participación de estos jóvenes en este crucero, nos solo es un logro personal, si no también un reflejo del potencial que tiene la Uleam, para contribuir al conocimiento científico a nivel nacional e internacional. Esta experiencia es un recordatorio de que la ciencia no tiene fronteras, y que, con dedicación, curiosidad y apoyo, los estudiantes de nuestra universidad pueden llegar muy lejos, en cada una de sus diferentes carreras.